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Entrevista a Cristina Narbona Ruiz

Exministra de Medio Ambiente y actualmente consejera en el Consejo de Seguridad Nuclear

The UElement.- Buenos días, nos alegra mucho que esté hoy aquí con nosotros para poder tratar el tema de la entrada de España en la Unión Europea y sus consecuencias.

En primer lugar, ¿qué edad tenía cuando España pasó a formar parte de la Unión Europea?

Cristina Narbona.- En 1986 yo tenía 35 años y era viceconsejera de Economía de la Junta de Andalucía. Negocié el primer préstamo del Banco Europeo de Inversiones destinado a una Comunidad Autónoma española, con el que se financiaron numerosos proyectos de creación de empleo en las comarcas más desfavorecidas de Andalucía.

 

TUE.- ¿Cree que fue una buena idea esta integración?

CN.- Desde finales de la década de los setenta, siendo profesora en la universidad de Sevilla,  había participado en diversos informes sobre las repercusiones que tendría la entrada de España en el Mercado Común (en aquella época, esta era la denominación que se utilizaba). Mi impresión, a la vista de las expectativas, era muy positiva y sigo convencida de que el balance neto para España ha sido positivo, un verdadero impulso a la modernización y al progreso de nuestro país, a pesar de los elementos negativos.

 

TUE.- ¿Cuáles son los beneficios que cree ha aportado este cambio?

CN.- Desde mi punto de vista, los principales beneficios han sido la incorporación de normas europeas a nuestro acervo jurídico, que en muchos casos representaban un avance muy significativo en términos sociales, económicos y ambientales.

En particular, España estaba muy atrasada en relación con exigencias ambientales de todo tipo (control y prevención de la contaminación, evaluación de los impactos ambientales de las infraestructuras, preservación de los espacios naturales...); y seguramente España habría tardado mucho en introducir dichas normas si no hubiera estado obligada por su pertenencia a la Unión Europea.

Además, el acceso a una cuantía muy elevada de fondos europeos, tanto los asociados a la política agraria como los llamados fondos estructurales (básicamente destinados a financiar infraestructuras) , del orden del 1% del PIB de España en el periodo 1985-2005. Gracias a estos recursos extraordinarios, España ha dado un salto de gigante en materia de comunicaciones (autovías, AVE...)

 

TUE.- ¿Y los puntos negativos?

CN.- Lamentablemente, la relativa facilidad de acceso a los fondos europeos propició en muchos casos proyectos sobredimensionados (aeropuertos y otras infraestructuras no justificadas..); la existencia del euro y la financiación asequible favorecieron la "burbuja inmobiliaria", y contribuyeron al espejismo de un crecimiento económico poco sostenible. Ello postergó la necesidad de impulsar un modelo productivo más innovador y diversificado.

Lo más negativo,en todo caso, ha sido la gestión de la crisis económica por parte de las instituciones europeas, que han comportado graves recortes en políticas básicas como la sanidad y la educación, así como en la regulación del mercado de trabajo.

Ello ha acentuado en España las desigualdades sociales, ha deteriorado los servicios públicos y ha favorecido la precariedad laboral, en particular de los más jóvenes.

 

TUE.- En resumidas cuentas, ¿cuáles son los cambios que ha podido observar en la sociedad española producidos por esta entrada en la Unión Europea?

CN.- Seguramente, la primera consecuencia del propio proceso de adhesión fue la apertura de España al mundo, después de cuarenta años de aislamiento apenas mitigado en los últimos años del franquismo, y la plena consolidación de la democracia, algo que nuestra generación valoraba como el resultado más importante de dicho proceso.

Sin duda, cabe atribuir también a nuestra pertenencia a la Unión Europea el mayor nivel de bienestar material de España.

Asimismo, la existencia de la moneda única , así como algunos programas, en particular los Erasmus, han favorecido una mayor percepción de "ciudadanía Europea".

 

TUE.- Desde su punto de vista, ¿debería España seguir formando parte de esta comunidad política?

CN.- España debería seguir formando parte de la Unión Europea, pero contribuyendo a su profunda reorientación, cada vez más urgente.

Es necesario avanzar hacia una auténtica integración económica, social y política, porque la crisis económica, y ahora la crisis de los refugiados, ha puesto de manifiesto la insuficiencia de las instituciones europeas existentes.

 

TUE.- Para finalizar, si le digo Unión Europea, ¿cuál es la primera palabra que se le pasa por la cabeza?

CN.- Un proyecto ilusionante  pero inacabado...

 

TUE.- Muchas gracias Cristina por su tiempo al haber contestado a nuestras preguntas.

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